El aluminio es el tercer elemento más común de los que forman la corteza terrestre (tras el oxígeno y el silicio). Pero que sea una materia prima abundante no significa que no sea importante su reciclaje y recuperación. La elevada durabilidad del aluminio y la capacidad de ser 100% reciclable en infinitas ocasiones sin pérdida de calidad han cimentado su reputación como el metal ecológico, el mejor entre todos por su reutilización.
Los sistemas de encofrado de Strong Forms están fabricados 100% en aluminio y preparados para ser usados más de mil veces y reciclados posteriormente en procesos industriales convencionales a aluminio 100%, aportando grandes ventajas sobre los encofrados de madera convencional que suponen un despilfarro de los recursos naturales, además de perder rápidamente la calidad y la integridad dimensional con sólo unos pocos usos. Su resistencia notable y las características anticorrosión y de bajo mantenimiento le convierten en el material de construcción definitivo para una industria que está buscando constantemente alternativas más ligeras, resistentes, duraderas y ecológicas.
En la actualidad siguen en uso el 75% de los productos fabricados en aluminio; podemos utilizarlos una y otra vez para los mismos objetivos. Así y de forma continuada, esto da lugar a una reserva de aluminio en uso para futuros reciclajes y nuevas aplicaciones, y más cuando el aluminio no pierde ninguna de sus características en ninguna parte del proceso de reciclaje, como si ocurre con otros materiales.
Además, el reciclaje tan solo necesita un 5% del aporte energético original, lo que ahorra 9 toneladas de emisiones de CO2. El reciclaje de la chatarra de aluminio ahorra en la actualidad aproximadamente 80 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero cada año. Esto es equivalente a retirar 15 millones de coches de las carreteras de todo el mundo.
En Strong Forms estamos constántemente investigando en formas innovadoras de mejorar nuestro reciclaje, además de involucrar a todos nuestros colaboradores para garantizar que nuestros sistemas de encofrado se reciclen en otros nuevos.
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